sábado, 28 de septiembre de 2013

Enmarcada en suponer que mi mente está en blanco.
Sabiendo que no es así, me reflejo en cada rayo de luz que atraviesa esta agua.

Estoy hundida en un río de desesperación, del cual sólo tú me puedes salvar, ¿sabes? ¡no sé nadar!.

Tocando las piedras y rasmillando mi alma que tu construíste con cada pepita de oro de este río.

¿Y qué pasa? La corriente se pausa.
Es la hora donde todo se escapa.

¿Qué se escapa?
Los sentimientos, las emociones un poco mal humoradas, ¿qué tiene?, ¡es una etapa por la cual todos pasan!.

Oh cariño mío, no es necesario ir hasta el fondo de este río para tocar mi corazón, tan sólo con tocar el agua, estás sumerjiendote y llenando mi corazón.

Perdona si alguna vez te toqué con las manos mojadas, mi intención no era enfriarte el corazón, al contrario, mi propósito era quitarte ese dolor.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario